Cómo planear unas vacaciones tranquilas en España
«¡Necesito unas vacaciones de estas vacaciones!»
¿Te suena esta frase? Eso significa que estás haciendo algo mal. Planear unas vacaciones nunca debe ser estresante ni provocar ansiedad. Debería ser algo tranquilo, pacífico, agradable y, sobre todo, divertido. Si estás sentado en una de las playas de la Costa Brava o relajándote mientras tomas el sol en una de las islas griegas, lo último que quieres es estresarte por el viaje.
Hay algunos consejos para planificar unas vacaciones perfectas y tranquilas, solo hay que encontrarlos. Nosotros hemos reunido unos cuantos en este artículo. Usa esta práctica guía para disfrutar de una experiencia de lo más agradable durante tu próxima aventura de unas vacaciones tranquilas
Elige el destino ideal
La forma más fácil de conseguir unas vacaciones perfectas y sencillas es encontrar el destino perfecto. Necesitarás un lugar que inspire relax y diversión para todos los miembros de tu familia.
¿Qué te parece quedarte en España? Es un destino al que acuden viajeros de todo el mundo y tiene suficientes lugares y paisajes para todos los gustos. Las playas siempre están inmaculadas y listas para bañarse. Las ciudades están llenas de vida, estupendas fiestas y gente de lo más variopinta. Todo ello por no hablar de la comida. A todo el mundo le encanta, ¿no?
¿Cómo puede ser estresante la vida en la Costa Brava, uno de los destinos más codiciados de España, con más de 300 días de sol al año? ¿Qué te parecería viajar a alguna de las islas, como Mallorca o Ibiza, donde siempre hay algo emocionante que hacer? También puedes ir a lugares como Lloret de Mar para disfrutar de la playa o de la belleza natural de sus paisajes.
Cuando encuentres el destino perfecto, todo el mundo se relajará y disfrutará más, reduciendo así el estrés una vez que lleguéis allí. Si todos se divierten, tú también.
Reserva un alojamiento de forma simple
No es fácil encontrar alojamiento para todo el mundo. Es probable que te toque pagar un ojo de la cara para conseguir dos habitaciones contiguas en un hotel, si es que están disponibles. Si viajas en grupo grande, encontrar alojamiento para todos puede ser algo complicado y lo más probable es que acabéis repartidos por distintos lugares de la localidad.
¿Por qué no probáis a alojaros en una villa privada? Podréis estar todos juntos y no tendréis que pelearos por el espacio. Dispondréis de suficiente espacio en una de las mesas comunes y la piscina privada no tiene horario de cierre ni de limpieza.
Además, disfrutarás de la experiencia de vivir como los lugareños. Es algo estupendo durante una visita a tu destino preferido. Pero imagínate si, en vez de estar de visita, fueses como uno más. Eso es lo que sentirás si reservas tu propia villa privada. Sin estrés, sin preocupaciones y completamente tuya. ¿Hay algo mejor que todo eso?
Planea actividades para todos
Si no te vas a estresar, lo mejor es ir planeando algo que hacer para todos tus compañeros de viaje. Organiza el viaje de tal manera que todos tengan tiempo para disfrutar de lo que quieran. Planea una excursión a un museo en Málaga. Tómate ese descanso tan necesario en la playa. Disfruta de una siesta diaria para relajarte y prepararte para salir por la noche.
Si el destino te lo pone fácil es posible encontrar una actividad para que todos estén contentos. Es mucho más fácil y surgen menos problemas si todos están contentos.
Deja tiempo para todo
Playa: 11:00
Aperitivo: 13:00
Comida: 14:30
Visita por la ciudad: 16:00
Descanso: 18:00
¿Pero qué agenda es esta? Demasiadas cosas. No te deja tiempo suficiente para disfrutar de cada cosa. ¡Es estresante!
Deja algo de tiempo en la agenda para todas esas actividades. Si dejas suficiente tiempo en la playa no tendrás la impresión de que tienes que irte pronto para pasar a la siguiente actividad. No hay nada más relajante que no tener que preocuparse por la hora durante las vacaciones. Ya te preocupas lo suficiente en casa y no necesitas que te lo recuerden mientras te relajas y disfrutas.
Mejor aún, deja el reloj en casa. Es estupendo perder la noción del tiempo durante las vacaciones. Es magnífico comprobar que ha pasado todo el día sin que hayas mirado ni una sola vez qué hora es.
Deja espacio para la improvisación
Los planes nunca salen según lo previsto. Cuando estás de vacaciones, alguien se puede poner enfermo, o algo se puede retrasar. También puedes encontrarte con que no quieres dejar de hacer algo o con una actividad que se cancela a última hora.
No pasa nada.
Cuando te olvidas de los horarios y la planificación, la diversión entra a formar parte de tu día. Si dejas espacio para la improvisación, cuando ocurran estos contratiempos y las cosas se desvíen, tendrás todo listo para gestionarlo. No tengas prisa ni te agobies.
No pasa nada. Todo va a salir bien. Se pueden volver a planear las cosas. Podemos hacerlo mañana.
Son cosas que pasan. No te preocupes. Y, sobre todo, nada de estresarte.
Además, cuando dejas espacio para la improvisación también lo haces para todas esas aventuras tan divertidas que puedes ir descubriendo sobre la marcha. Si conoces a alguien y te invita a tomar algo o a cenar, tendrás la libertad de decir que sí. Si de repente te surge una oportunidad increíble de hacer una excursión o ir a algún sitio, podrás responder con un sí rotundo.
Además, es imposible hacer planes concretos cuando no sabes qué te espera a la vuelta de la esquina. Los mejores viajeros saben hacer planes a lápiz para poder cambiarlos. Las mejores oportunidades suelen ser las que no te habías planteado hasta llegar al lugar. Deja espacio para lo inesperado. Deja espacio para la improvisación. Prepárate para disfrutar de lo que te deparen tus planes.
Tus vacaciones tienen que ser divertidas y agradables. Deberían ser los mejores momentos de tu vida, llenos de energía y cosas nuevas y con todas las ganas del mundo para coger las riendas de tu vida. Una vez que hayas planeado unas vacaciones tranquilas solo podrás pensar en empezar a planear las siguientes de inmediato.
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